Consejos y cuidados

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Las Tillandsias no requieren muchos cuidados, se adaptan muy bien a los diferentes entornos. Estás plantas necesitan unos cuidados mínimos de esta forma crecerán sanas y felices. Las plantas de color grisáceo y plateado son más tolerante a los rayos directos del sol, pues el color de sus hojas no absorben tanto calor.

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Luz

Dónde mejor están es en el exterior, como por ejemplo, debajo de un árbol, en el patio, el porche o la terraza, debemos escoger un lugar sombreado para que el sol no termine quemando las hojas, en invierno podemos exponerla al sol un poco de más tiempo. Cuidado si planta está dentro de un terrario de cristal, los rayos directos del sol podrían hacer efecto lupa y quemar la planta

En el Interior, el sitio para colocar mejor nuestras plantas es junto a una ventana, a un metro, donde podrá obtener la luz indirecta que necesita. Las Plantas Aéreas pueden crecer y florecer perfectamente bajo la luz artificial. 

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Agua

Las Plantas Aéreas necesitan agua para sobrevivir. En su hábitat natural, suelen crecer en lugares donde la humedad es alta.  Lo mejor es el agua de lluvia, si no es posible, regar con agua reposada para que pierda un poco de cloro, cal, etc.... Podemos regarlas de dos maneras, pulverizando agua sobre ellas de 1-3 veces por semana o darlas un baño cada 15 días depende de la época del año o si le da el sol o no. Si la planta tiene flor, no la sumerjáis, esto puede dañar los pétalos. Importante, tras regarla, es importante para la planta secarse rápido, para evitar que se pudra. Sacudir bien el agua restante poniéndola boca abajo.

El mejor momento es por la mañana ya que obtienen sus nutrientes durante el día, por noche la planta necesita estar seca para respirar. Si las puntas de las hojas se retuercen hacia dentro nos está indicando que debemos regar nuestra planta.

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Aire

La circulación de aire es importante para evitar que nuestra planta se pudra después de regarla. Una buena ventilación ayudará a que la planta obtenga los nutrientes necesarios. 

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Temperatura

No es recomendable exponerlas a temperaturas menores de 10 grados centígrados, ni a más de 35. Lo óptimo son 27 grados durante el día y 17 durante la noche.  

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